Amada hijo, amada hija,
Tú eres el regalo más grande que Dios alguna vez me concedió. En tu sonrisa
pura y feliz puedo ver la perfección de la obra del Señor y el inmenso amor
que Él tuvo por mí, al concederme la alegría de cuidarte, guiarte y verte
crecer.
Hoy, en este momento sagrado entre tú, yo y nuestro amado Creador, elevo mi
corazón en gratitud y oración. Te presento ante Dios, pidiéndole que Él sea
tu amigo y tu compañía incondicional en cada paso que des en la vida. Que
sea la luz que ilumine tu sendero, la fuerza que te sostenga en los momentos
difíciles y la paz que calme tu corazón en las tormentas.
Que su amor te rodee como un abrazo cálido y constante, llenándote de
confianza en tus capacidades y en su divina voluntad. Que Él te conceda la
sabiduría para discernir entre el bien y el mal, y la valentía para elegir
siempre el camino de la bondad y la verdad.
Que su gracia te acompañe en cada desafío, dándote la fortaleza para superar
cualquier obstáculo que se interponga en tu camino. Que su misericordia te
alcance en tus momentos de debilidad, recordándote que eres una persona
amada más allá de tus fallas y errores.
Que su bendición repose sobre ti, haciéndote prosperar en cuerpo, mente y
espíritu. Que te conceda una vida llena de dicha, prosperidad y bienestar,
donde cada día sea una oportunidad para crecer, aprender y amar más
profundamente.
Que seas una luz en este mundo, irradiando amor, compasión y esperanza a
todos los que te rodean. Que tus acciones reflejen la bondad y la
generosidad de tu corazón, inspirando a otros a seguir el camino del amor y
la verdad.
Que Dios te guarde y te proteja siempre, guiándote con su mano amorosa hacia
un futuro lleno de grandes triunfos y milagros, Amén.
Hacer esta bella oración te permitirá acercarte a Dios para darle gracias al
Señor por su amor, su generosidad y su bondad, y pedirle que sea el guía,
guardián y protector de tus amados hijos.
Amado Dios, mis hijos son el regalo más maravilloso que Tú le diste a mi
vida. Yo no puedo estar siempre con ellos, pero Tú sí. Te pido que por favor
les bendigas, les protejas y les libres siempre de todo mal y peligro, Amén.
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