Amado Dios, hoy vengo a Ti con el corazón abierto, con los ojos llenos de
esperanza y con el alma necesitada de tu amor y de tu intervención divina.
Tú eres el Dios de lo imposible, el que abre caminos en el desierto, el que
calma tormentas, el que da vida donde ya no queda esperanza.
Señor, este caso que te presento requiere un milagro, una señal de tu amor y
de tu poder sobrenatural. Por eso, con humildad y con fe, te lo entrego por
completo.
Padre Celestial, por favor toma mis preocupaciones, mis lágrimas, mis dudas
y mis temores. Transfórmalos en bendiciones, en caminos abiertos, en
soluciones inesperadas, en noticias que traigan paz y alegría a mi vida.
Muéstrame que para Ti no hay nada difícil, que lo que hoy parece perdido
puede renacer con tu toque divino.
Padre bueno, te pido que actúes con urgencia, que obres en cada detalle de
este problema que te presento en silencio, con lágrimas y fe. Yo no puedo
más, pero Tú puedes todo. Yo me rindo, pero Tú nunca fallas.
Por favor bendíceme y extiende tus bendiciones también a mi familia y a mi
hogar. Danos señales de tu amor, sorpréndenos con tu respuesta y muéstranos
la obra de tu mano gloriosa.
Yo confío en Ti, me abandono en tus manos y declaro que este caso imposible
se convierte en testimonio de fe, de victoria y de milagro.
Amado Dios, gracias porque sé que Tú me escuchas y gracias porque sé que Tú
ya estás obrando.
En tu tiempo perfecto y de acuerdo a tu voluntad, todo se cumplirá y mi vida
será aún más feliz, plena y bendecida, Amén.
Hacer esta bella oración te permitirá acercarte a Dios para hablar con
Dios acerca de tus sueños, de tus necesidades y pedirle al Señor por una
intervención milagrosa en tu vida, para alcanzar paz, bienestar, plenitud
y alegría.
Amado Dios, hoy vengo a Ti con el corazón angustiado, porque enfrento una
situación que humanamente no tiene salida. Pero creo en tu poder, en tus
promesas y en tus milagros. Toma esta causa en tus manos y haz lo que solo
Tú puedes hacer, Amén.
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