Amado Dios, en la mañana de este primer día del mes de junio me acerco
hasta Ti, para decirte que mi vida es buena gracias a tu bondad y que yo soy
una persona feliz porque siempre tengo tu bendita y piadosa compañía.
Señor mío y Dios mío, en esta mañana despierto con mucha devoción y alegría
para decirte que Tú eres la inspiración de mi vida y la certeza de cada uno
de mis pasos. Mi vida es buena y feliz porque sé que Tú me guías, me
acompañas y me bendices.