Amado Dios, he decidido hacer una pausa en mis actividades, para elevar mi
voz en oración, buscando tu guía, tu amorosa compañía y tu protección. Sé
que Tú me has bendecido con fortaleza y determinación para alcanzar mis
sueños y vivir mi vida de la mejor manera posible, y por eso te doy
gracias.
La más hermosa oración por tus hijos.
Amada hijo, amada hija,
Tú eres el regalo más grande que Dios alguna vez me concedió. En tu sonrisa
pura y feliz puedo ver la perfección de la obra del Señor y el inmenso amor
que Él tuvo por mí, al concederme la alegría de cuidarte, guiarte y verte
crecer.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)